jueves, 27 de diciembre de 2012

Mis primeros tapices

Hace un tiempito atrás me inicié en una nueva actividad que comienza a gustarme bastante: el arte del tapiz.
Para ser sincera, es un trabajo de hormiga... se debe contar con mucha pero mucha paciencia pero vale la pena. Es emocionante ir viendo como fila tras fila el tapiz va adquiriendo "forma" y el resultado final es pura satisfacción!
Por el momento voy haciendo éstos que les dejo más abajo. Son sencillitos: primero tejí un aguayo combinando degradés con franjas en colores vivos y después elegí un diseño que bordé por encima.

El primero es un diseño precolombino de un sapito de la cultura Calchaquí en el Noroeste Argentino y que comprende las provincias de Salta, Catamarca y Tucumán.


El segundo también pertenece al arte precolombino. Es un lorito de la cultura Aguada, que se desarrolló entre las provincias Argentinas de Catamarca y La Rioja.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Ensalada de Rúcula

Buen día a todos! hoy comparto una riquísima receta de una ensalada que probé este fin de semana. El ingrediente estrella es la rúcula, una delicia que, por locuras mías supongo, era reticente a probar al principio pero una vez que lo hice no pude dejar de saborearla en cada ensalada que preparo!

La rúcula es una hortaliza común en toda la región Mediterránea que se consume desde tiempos inmemoriables como verdura y por sus valores nutricionales.
Rica en vitamina A y hierro, entre sus propiedades podemos nombrar:
  • afrodisíaca
  • anti anémica y revitalizante
  • digestiva y aperitiva
  • anti oxidante y anti cancerígena,
usada como:
  • diurético
  • hepatoprotector,
es ideal para:
  • prevenir problemas oculares
  • depurar nuestro organismo del exceso de grasas animales
  • el consumo en dietas de personas con colesterol alto. 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Alfajores de Maizena

Ingredientes (para 45 unidades de 3 cm. de diámetro)
  • Manteca  75 grs.
  • Azúcar impalpable  87,5 grs.
  • Yemas  90 grs.
  • Esencia de vainilla  2 grs.
  • Almidón de maíz o Maizena  200 grs.
  • Harina  50 grs.
  • Polvo para hornear  5 grs.
  • Coco rallado   c/n
  • Dulce de leche  c/n

Procedimiento
  • Tamizar todos los elementos secos juntos (almidón de maíz, harina y polvo para hornear).
  • Formar una corona, tratando de no dispersar totalmente los elementos secos del centro.
  • Mezclar la manteca pomada con el azúcar impalpable tratando de que esta última quede humectada.
  • Batir hasta cremar y luego incorporar lentamente los huevos que han de estar mezclados con la esencia de vainilla.
  • Verter la mezcla en la corona y comenzar a unir. Con la ayuda de un cornet levantamos el almidón desde abajo y lo presionamos arriba con agilidad.
 
Importante! En cuanto haya desaparecido todo rastro de harina o almidón, dejar de trabajar inmediatamente. Recordemos que no se debe amasar!
  • Una vez lograda la masa, la envolvemos en papel film y a la heladera.
  • Prendamos el horno!
  • Enmantecar y enharinar una placa para horno.
  • Cuando la masa haya tomado frío, la estiramos hasta 4mm. de espesor espolvoreando harina abajo y arriba si es necesario para que no se pegue.
  • Cortar con un cortante de 3 cm. de diámetro y estibar las piezas.
  • Hornear a 200 C° hasta que formen piso.
  • Una vez que se han enfriado, procedemos a rellenarlas con el dulce de leche. Para más practicidad yo uso una manga pastelera.
  • Luego las tapamos, rodamos por el coco rallado y está listo el manjar!


miércoles, 31 de octubre de 2012

Bizcochuelo Clásico de Vainilla

Ingredientes (para 1 unidad de 24 cm. de diámetro)
  • Huevos  400 grs. (6 u. aproximadamente)
  • Azúcar  250 grs.
  • Harina 0000  250 grs.
  • Esencia de Vainilla  5 grs.
  • Manteca para untar  10 grs.
  • Harina para el molde 10 grs.

Procedimiento
  • Prender el horno!
  • Enmantecar y enharinar el molde, procurando sacar todo exceso de harina.
  • Tamizar la harina. Reservar.
  • En un bowl incorporar los huevos y el azúcar y calentar la preparación a Baño María hasta alcanzar los 45°C. Es importante batir la preparación con un batidor de mano u otro elemento para evitar que los huevos coagulen con el calor.
  •   Retirar y empezar a batir con batidora. Agregar la esencia.
Importante! El batido tiene 3 fases: el cambio de color (de amarillo a blanco), el aumento de volumen (al triple) y el cambio de estructura (a un batido sostenido). Cuando comprobemos que hemos pasado por todas será momento de dejar de batir, antes no.

  • Al alcanzar el punto deseado, verter en un bowl e incorporar la harina en forma de lluvia, mezclando con movimientos envolventes y tratando de integrarla con agilidad para no excederse en tiempo de trabajo y de esta manera no perder tantas burbujas de aire del batido.
  • Verter en el molde que hemos enmantecado y enharinado y hornear a 180 C°.
  • Para comprobar si está cocido, tocar suavemente la superficie del bizcochuelo y verificar que presente cierta resistencia o podemos hacerlo de la forma clásica: introduciendo un cuchillo o palillo justo en el centro que al salir deberá estar limpio, libre de preparación.
Las fotos que ven son de algunas de las tortas que hice para el Día de la Madre, espero les gusten!



lunes, 20 de agosto de 2012

Pasta Frola


Ingredientes (para 1 unidad de 24 cm. de diámetro)
  • Harina 0000  250 grs.
  • Azúcar impalpable  100 grs.
  • Miel  12,5 grs.
  • Manteca  125 grs.
  • Huevos  50 grs.
  • Polvo de hornear  5 grs.
  • Esencia de vainilla  2 grs.
  • Ralladura de limón  1/4 u.
  • Mermelada de membrillo  300 grs.
  • Jalea de frutas (para pintar) 

Procedimiento
  • Tamizar la harina y el polvo de hornear. Hacer una corona.
  • Con batidora cremar la manteca y el azúcar impalpable, siempre mezclando y uniendo antes ambos ingredientes para que no se disperse el azúcar al encender la batidora.
  • Incorporar los huevos, la miel, la esencia y la ralladura. Batir hasta unir bien.
  • Verter la preparación en el centro de la corona.
  • Unir con un cornet, levantando harina desde abajo y presionando levemente arriba. Continuar hasta que desaparezca la harina. 

 IMPORTANTE! No amasar! si trabajamos demasiado con la masa se formará el gluten, que es una proteína vegetal presente en algunos cereales. Este desarrollo tiene dos consecuencias negativas: dificultad para estirar la masa y endurecimiento del producto final.

  • Envolvemos en un papel film. Si nos parece que la masa no está bien unida, al sellar los costados del papel podemos ejercer presión sobre la misma, como estirándola con las manos, para acomodarla mejor.
  • Conservar en la heladera durante 1 hora. Si estamos apurados, al envolverla en el papel film trataremos de dejarla con menos espesor para facilitar el enfriado de la manteca.
  • Ahora sí... prender el horno!
  • Enmantecar y enharinar un molde para tartas.  
  • Estirar 2/3 de la masa en forma circular hasta 4 mm. de espesor y forrar la tartera.
  • Rellenar con la mermelada de membrillo.
  • Cortar 10 tiras de 7 mm. de ancho por 4mm. de espesor y formar un enrejado sobre la tarta.
  • Pincelar con huevo y hornear a 180° C hasta que los bordes comiencen a despegarse del molde y ya no estén blanditos.
  • Una vez fría, pincelar con la jalea para darle brillo. Y listouuu!

martes, 14 de agosto de 2012

El puesto del Fray Burrito


San Francisco solía retirarse con algunos compañeros suyos a un lugar, cerca de Asís, llamado Rivotorto.
Habitaban en un tugurio abandonado donde podían repararse de los temporales y del frío.
Padre e hijos pasaban el tiempo juntos, con mucha penuria, faltándoles a veces hasta el pan y contentándose con algún nabo que iban a mendigar por la llanura de Asís. El tugurio es tan pequeño que con dificultad pueden los frailes estar sentados o tumbados por tierra. Por eso San Francisco, con un hierro candente, escribe los nombres de los frailes sobre los travesaños de la cabaña para que cada cual pueda reconocer el propio puesto para la oración y el descanso.
Mientras están en el tugurio, un día estalla un furioso temporal. San Francisco dice: -¡Qué compasivo es el Señor, hermanos! Mientras afuera tantas criaturas están bajo la lluvia, nosotros estamos reparados bajo este techo acogedor, Jesús bendito no tenía una habitación hermosa, ni siquiera una madriguera como tienen las raposas, ni una piedra para reclinar la cabeza.
Mientras dice estas palabras, San Francisco llora de emoción. Luego se arrodilla y empieza a rezar, siguiéndole en seguida sus compañeros.
Entre tanto la tempestad continúa. Y he aquí que se siente, entre un trueno y otro, un rumor de pasos y luego el rebuzno afligido de un burrito.
San Francisco se levanta y abre la puerta del tugurio. Afuera, bajo la lluvia, hay un labrador que tiene de la cabeza un burrito.
El labrador, secándose el rostro con la manga, dice:
-En nombre de Dios, ¿podéis ofrecerme cobijo hasta que pase esta tormenta?
 -¡Entra, entra! -dice San Francisco-. Nos apretaremos un poco y te haremos un lugar. ¿Pero cómo nos las arreglaremos con el burrito?
-Mi burro puede quedarse afuera -dice el labrador-, es una bestia. Entonces San Francisco con voz severa dice:
-El hermano burrito es una criatura de Dios. ¿Cómo puedes tratarlo tan cruelmente, a él que te sirve con tanta humildad y fidelidad?
El labrador se ruboriza de vergüenza. Los frailes se aprietan y hacen sitio para el labrador; pero cuando se intenta hacer entrar también al burrito es imposible del todo. San Francisco dice:
-Hay que encontrar cobijo también para el hermano burrito. Iré yo afuera y le dejaré mi sitio.
San Francisco se levanta la capucha de la túnica sobre la cabeza y sale bajo la lluvia. Fray Silvestre se pone la capucha y dice:
-También yo puedo estar fuera, la lluvia no hace mal. Fray León se pone la capucha y dice:
-Puedo estar afuera también yo, la tormenta está acabando.
Uno por uno, todos los frailes, con la capucha puesta, salen del tugurio; y así el burrito puede encontrar sitio cómodamente.
Pasada la tormenta, el labrador y el burrito reemprenden el camino. Entre las nubes reaparece el sol. Los frailes están calados.
San Francisco dice:
-Ahora el hermano sol secará nuestras túnicas.
Aquel mismo atardecer San Francisco dice:
-Hijos míos, si el hermano burrito volviese, justo es que tenga también él su sitio fijo. San Francisco enciende el fuego y mete en él un hierro. Cuando la punta está candente, San Francisco borra el propio nombre del travesaño y graba en la madera, a fuego, el nombre del hermano burrito.

lunes, 16 de julio de 2012

Pulseras de Macramé II

Hola! hoy dejo 4 modelos de pulseras tejidas con 12 cuerdas, esta vez cada una tiene 3 colores diferentes. Va de nuevo la guía por si a alguien le hace falta.


Patrón N° 1


Modelo Terminado


Patrón N° 2


Modelo Terminado


Patrón N° 3


Modelo Terminado


Patrón N° 4

 

Modelo Terminado
 

lunes, 2 de julio de 2012

Magdalenas

Ingredientes (para 60 piezas pequeñas y 24 grandes)
  • Manteca  250 grs.
  • Azúcar impalpable  300 grs.
  • Aceite  30 grs.
  • Esencia de Vainilla  2 grs.
  • Huevos  300 grs. (5)
  • Harina 0000  325 grs.
  • Polvo de hornear  7 grs. 

Procedimiento
  • Prender el horno!
  • Romper la estructura de los huevos y mezclar con la esencia de vainilla. Reservar.
  • Mezclar los elementos secos (harina y polvo de hornear) y tamizarlos. Reservar.
  • En un bowl mezclar la manteca (que debe estar en punto pomada) y el azúcar impalpable.
  • Una vez humectada el azúcar y ya sin peligro de que vuele por toda la cocina, cremar ambos ingredientes con la batidora.
  • Con velocidad mínima pero sin dejar de batir, agregar el aceite en forma de hilo.
  • Adicionar la mezcla de huevos y esencia también en forma de hilo y en partes.

IMPORTANTE! Puede pasar que por el tiempo del batido y la temperatura la manteca comience a fundirse y al agregar los huevos se disgregue, pareciendo que se ha cortado, pero al agregar los elementos secos a la preparación irá tomando cuerpo nuevamente.

  • Con una espátula mezclar con movimientos envolventes mientras incorporamos los elementos secos lentamente y en forma de lluvia.
  • Cargar la preparación en una manga.
  • Disponer los pirotines de manera espaciada en una bandeja para horno preferentemente de paredes bajas. 
  • Llenar hasta las 3/4 partes. Si se desea, puede espolvorearse azúcar molida, coco, nueces o almendras picadas por encima antes de meter al horno. 
  • Hornear a 220 °C hasta que estén dorados. Y listo!

domingo, 1 de julio de 2012

Música!

Hola a todos! quisiera compartir con ustedes algo de lo que estoy haciendo en estos días, espero que les guste! 

Mi soledad / Canto en la rama by Mer



  Calígine by Mer


  Mar by Mer


  Adiós! by Mer

jueves, 31 de mayo de 2012

Cumpleaños de mi Pupé!


Cumplió 10 años a principios de Mayo y de regalo le hice una torta de cumpleaños que muy generosamente nos donó a nosotros, su familia, porque los pichichos no pueden comer chocolate... jajaja mi perrito lindo!



domingo, 1 de abril de 2012

San Francisco y el Lobo


Cuando San Francisco vivía en la ciudad de Gubbio, apareció por los alrededores un lobo grandísimo, terrible y feroz.
El lobo no sólo devoraba las ovejas que los pastores llevaban a pacer, sino que a menudo atacaba a los hombres.
Los habitantes de Gubbio temblaban de miedo, sobre todo cuando el lobo merodeaba por las murallas de la ciudad.
Cuando la gente salía fuera de las murallas, iba armada con palos y horcas corno para pelear en la guerra. Y sin embargo, si uno se encontraba solo frente a aquella terrible fiera, era incapaz de defenderse y el lobo le devoraba.
Nadie se atrevía ya a salir de la ciudad y ni siquiera de casa.
San Francisco, compadecido de aquella pobre gente, decide salir al encuentro del lobo. Los ciudadanos se lo desaconsejan:
-¡Por Dios! ¡No vayas! ¡El lobo te devorará!
Pero San Francisco toma consigo algunos compañeros y, haciendo el signo de la cruz, sale fuera de las murallas confiando en Dios.
Después de un trocito de camino los compañeros le abandonan porque tienen miedo de ir más adelante. San Francisco, por el contrario, sigue caminando hacia el lugar donde solía estar escondido el ferocísimo lobo.
Los habitantes de Gubbio se suben a las murallas para ver cómo iba a terminar aquello. Y decían entre ellos:
-El lobo devorará seguramente a nuestro San Francisco.
El lobo, percibiendo todo aquel jaleo, sale de su guarida rechinando los dientes. Está tan furioso que deja caer espumarajos de la boca.
Echa a correr hacia San Francisco. Tiene los ojos encendidos de rabia.
San Francisco no está armado. No tiene ni siquiera un palo. Lleva los brazos cruzados sobre el pecho.
El lobo se para delante de San Francisco. El santo levanta la mano y hace la señal de la cruz en dirección al lobo, y luego le dice con voz decidida: -¡Ven aquí, hermano lobo! Te ordeno que no hagas daño ya, ni a mí ni a ninguna otra persona.
San Francisco mira al lobo en los ojos. El lobo entonces cierra la boca, mete el rabo entre las patas y se acerca cabizbajo a San Francisco.
Y cuando llega a los pies del santo, se acocha como un perrito. San Francisco le habla así:
-Hermano lobo, has hecho mucho daño. Has matado a muchas criaturas de Dios sin su permiso. Has devorado a las bestias y hasta has tenido el atrevimiento de matar a hombres y niños. Por esta tu maldad merecerías que te ahorcasen como a un asesino. La gente de esta ciudad murmura y grita contra ti, y en este territorio todos te son enemigos. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer la paz entre ti y los habitantes de Gubbio. Si tú no vuelves a ofenderles, ellos te perdonarán tus pasadas fecharías.
Los ciudadanos, desde lo alto de las murallas, oyen las palabras de San Francisco y todos se quedan boquiabiertos de estupor.
El lobo, a las palabras del santo, mueve el rabo, agacha las orejas e inclina la cabeza, como para dar a entender que acepta lo que el santo ha dicho.
San Francisco continúa:
-Hermano lobo, yo te mando que vengas ahora mismo conmigo, sin dudarlo. Tenemos que firmar esta paz entre ti y el pueblo de Gubbio.
San Francisco da media vuelta y se encamina hacia la ciudad. El lobo le sigue detrás como un perrito domesticado.
A todos se les escapa un «¡Oh!» de maravilla.
En seguida la noticia de la conversación del lobo se esparce por la ciudad. Los que habían permanecido escondidos en casa salen fuera, y todos se reúnen en la plaza. Hacen corro alrededor de San Francisco y del lobo. Los niños están en primera fila, curiosos de ver desde cerca aquel lobo grandísimo, terrible y feroz.
San Francisco dice dirigiéndose a la gente: -Oíd, hermanos míos. El hermano lobo que está aquí delante de vosotros me ha prometido hacer la paz con todos; pero vosotros debéis prometerle que le vais a dar cada día el alimento necesario para quitarle el hambre. Yo os garantizo que el hermano lobo mantendrá la promesa de no volver a molestaros.
El pueblo aplaude y acepta las condiciones del pacto.
San Francisco se dirige al lobo, que durante todo el tiempo ha permanecido de pie y con la cabeza gacha:
-Y tú, hermano lobo, ¿Prometes solemnemente observar el pacto de paz? ¿Prometes que ya no volverás a molestar ni a los hombres ni a los animales ni a ninguna otra criatura viviente?
El lobo entonces dobla las patas delanteras, se arrodilla, inclina repetidamente la cabeza, mueve el rabo y agacha las orejas. Con todos estos gestos quiere demostrar, en lo posible, que observará el pacto.
San Francisco añade:
-Hermano lobo, quiero que me prometas mantenerte fe a estas condiciones aquí ante todo el pueblo.
Entonces el lobo, de pie, levanta la pata delantera derecha y la pone en la mano del santo. San Francisco estrecha fuertemente la pata del lobo. Toda la gente aplaude. Los niños se acercan al lobo y empiezan a acariciarlo. El lobo ¡ame la mano de los niños, exactamente como un perrito domesticado.
Algún chiquillo, más valiente, monta sobre el lomo del lobo.
Desde aquel día el lobo vivió dentro de la ciudad de Gubbio. Entraba en las casas. Iba de puerta en puerta. Jugaba gustosamente con los niños. Nadie le molestaba y él no hacía mal a nadie. No se rabiaba ni siquiera cuando los niños, jugando, le tiraban del rabo. Ni siquiera los perros le ladraban.
Los habitantes de Gubbio, de acuerdo con lo prometido, se preocupaban a porfía, de darle de comer todos los días.
Pasados algunos años, el hermano lobo murió de viejo. Una mañana le encontraron tendido ante la puerta de la ciudad.
Cuando se esparció la noticia de la muerte del lobo, todos se entristecieron porque se habían acostumbrado a querer al lobo.
Muchos lloraron. Sobre todo los niños.

jueves, 29 de marzo de 2012

Pulseras de Macramé

Hoy quiero compartir con ustedes 4 modelos sencillos de pulseras con sus respectivos patrones. Para aquellos que tengan problemas para interpretarlos, les dejo una pequeña guía.


Todas son de 12 cuerdas y 2 colores. Aquí van!

 Patrón N° 1

 
 Modelo terminado


 Patrón N° 2


Modelo Terminado


Patrón N° 3


 Modelo terminado


Patrón N° 4


Modelo terminado


Si desean ver más patrones pueden encontrarlos en la famosa página Friendship-Bracelets que además cuenta con un generador con el que podrán crear todos los patrones que se les ocurran, con la cantidad de cuerdas y colores que quieran.

Espero que les sea útil!